En 24 horas, mi número de seguidores había aumentado de 360
a 54.956 y todavía no paraba. Había fotos mías circulando por la red y los fans
me mencionaban y me decían cosas adorables como “cuida de Liam” o “Se feliz”.
No sé cómo había podido pensar que no me querrían o que me tratarían mal.
Tuve que desactivar del iPhone las notificaciones de Twitter
porque era imposible llevar la cuenta de la cantidad de mensajes diarios que
recibía y mucho más cuando Liam se aburría y se metía en mi Twitter para
trolearme. Era divertido, porque yo, cuando él me dejaba, hacía lo mismo y
hablábamos entre nosotros haciendo que los fans se volvieran locos e hicieran
TTs de todo tipo como “Liara Romance” o “Azahara Payne”. En 3 días ya había
visto mi nombre en Twitter unas 20 veces y eso sin contar las veces que ya
había sido TT cuando todavía nadie sabía mi Twitter.
Los fans españoles me pedían que por favor les recordara a
los chicos que fueran a España, y muy a mi pesar, tenía que decirles que eso no
era misión de los chicos sino de los managers y que desgraciadamente yo a ellos
no los conocía. Contestando uno de esos tweets me llamó la atención uno de mi
TL: “¿Nadie odia a @azaharaa ? Gracias, me hacéis sentir mejor.” Era Caroline.
Seguro que le había sentado mal que a ella los Directioners, incluida yo, la
odiemos por hacer daño a Harry pero ese no es motivo para decir eso. Así que me
armé de valor y, con toda la falsedad que fui capaz, la mencioné: “Me apetece
tomar un café, @carolineflack1 ¿te apuntas?” Al minuto tenía mil menciones de
fans pidiéndome que no quedara con ella pero ella ya había contestado:
“@azaharaa por supuesto! dime por DM dónde nos vemos! Qué ganas de verte!”
Falsedad, ¡qué viva la falsedad! Le dije que la vería en el Starbucks de Oxford
St y llamé a Eleanor y a Marta para ir de compras por allí con ellas, así no
aparecería sola a la hora de quedar con Caroline y tendría una excusa para
marcharme pronto.
Marta y Eleanor se presentaron en mi casa y las tres nos
fuimos en mi Mini hasta el centro de Londres. Aparqué un poco lejos, pero
bueno, es Londres. Fuimos dando un paseo hasta Oxford St y tardamos bastante porque
había muchas fans que nos paraban para hacernos fotos ya que éramos las novias
de sus ídolos. Muchas de ellas me decían que si había quedado hoy con Caroline
y, al decirles que si, solo me contestaban con un: “ten cuidado” y bastante
serias.
Durante nuestra tarde de chicas, Eleanor, Marta y yo nos
compramos algunos vestidos de Topshop que eran increíbles y que pensábamos
estrenar cuando los chicos nos pidieran salir la primera noche que lo hicieran.
Vimos varios paparazis que nos fotografiaban y, como buenas novias que éramos,
Eleanor y yo sacamos nuestros teléfonos y les hicimos fotos. A los 10 segundos,
estábamos subiendo una de ellas a Twitter con el HT #PapOfTheWeek haciendo que
millones de fans se volvieran locas porque acabábamos de copiar a nuestros
novios. No podía creerme lo que estaba pasándome, seguro que era un sueño. Pero
entonces mi alarma sonó, y efectivamente, era un sueño. Había llegado el
momento de enfrentarse a Caroline. Suspiré y les dije a las chicas que ya había
llegado la hora, que Starbucks nos estaba esperando. Fuimos directas al
Starbucks dónde había quedado con Caroline y al verme sonrió, pero después notó
que no iba sola y su sonrisa desapareció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario