domingo, 7 de abril de 2013

Capítulo treinta y uno.


-       Hola, Caroline. – Dije e invité a la susodicha a sentarse. Frente a mí. Una vez lo hizo, seguí con el pequeño discurso que estaba deseando salir de mi boca. - Adelante. Escribe lo que quieras. No me causarás más problemas de los que ya tengo. Luke solo es un amigo a quién conocí hace años. No es nada más para mi. – Eso último lo dije mirando directamente a Luke. Supe que le había hecho daño pero más daño me estaba haciendo a mi misma estando separada de Liam, que era a quién quería de verdad. – Si tenéis algo que decirme, decidlo ahora porque lo que tú cuentes – señalé a Caroline – me va a importar una mierda. Y lo que tú – señalé a Luke – tengas que decirme, me va a entrar por un oído y salir por el otro.
-       Aza, tranquila. – Me dijo Caroline y la miré. – No vengo para hacerte una entrevista ni nada de eso. Sólo quería preguntarte cómo estabas. Pero ya veo que mal. ¿Qué ha pasado?
-       Me he peleado con Liam porque Luke – volví a señalar a Luke - me llamó esta mañana para que quedásemos y él me ha prohibido quedar con Luke gracias a su obsesión con protegerme. – Suspiré. Decirlo en voz alta me había calmado y por fin estaba más relajada para tener una conversación “normal” con las dos personas que me acompañaban.
-       Pero eso se podrá solucionar… - Un camarero llegó a la mesa y le pidió a Caroline y Luke que se marchasen a no ser que quisieran tomar algo, que estaban ocupando una mesa sin consumir, así que le pidieron 2 Moccas y yo le di un sorbo al mío además de mordisquear la galleta mientras esperábamos a que les trajeran a ellos sus pedidos. Tener a Caroline delante de mi sin la protección de Liam me hacía sentir bien, pero no podía evitar pensar en que si hubiera estado con Liam allí, estaría mucho más tranquila. El Mocca me sentó de maravilla y me di cuenta que estaba muerta de hambre así que comí más galleta mientras traían lo que habían pedido.
-       Azahara, yo sólo quería quedar como amigos, para saber cómo has estado estos años. – Me dijo Luke después de dar un sorbo de su café.
-       Lo sé, pero Liam no… - Dije mirándome las manos que tenía juntas escondidas entre mis piernas.
-       Mira Aza, yo creo que esto tendrías que hablarlo con él. – Miré a Caroline. ¿Me estaba dando consejos? - Es decir, ninguno de los dos habéis hecho nada para estar así y se nota a kilómetros que os queréis.
-       ¿Tanto? – Dije asombrada.
-       Sí. – Contestaron los dos y sonreí. Nunca me había parado a pensar en cómo nos vería la gente desde fuera. Ahora me daba cuenta. Tonta de mi.
-       Sé que estás pensando en cómo os ven desde fuera. – Me dijo Caroline sonriendo levemente y yo también sonreí al ser descubierta. – Y te lo diré: la gente os adora.
-       ¿De verdad? – Pregunté levantando la mirada y centrándome en Caroline.
-       Sí. – Me sorprendió que fuera Luke quién me contestó. – Ayer, cuando Liam vino a la cafetería del hotel y me pidió que te preparara un café especial, noté que te quería, y mucho.
-       ¿Hablas en serio? – Estaba a punto de llorar. Si todo eso era verdad, acababa de dejar escapar a la mejor persona que podría encontrar.
-       Azahara, llámale. Habla con él y solucionad esto. – Me dijo Caroline y me cogió la mano dónde tenía el iPhone, haciendo que la pantalla se iluminara. Me di cuenta que me había llamado Sonia un par de veces y que Liam lo había hecho unas 10.
-       No puedo. – Fue lo único que pude decir mientras una lágrima se me escapaba por la mejilla.