lunes, 19 de noviembre de 2012

Capítulo cuatro.


Liam se bajó del coche y yo estaba a punto de abrir la puerta después de respirar varias veces cuando él apareció y la abrió. Me ofreció su mano y me ayudó a salir. Irreal. Eso es lo que era esto. No podía ser verdad lo que me estaba pasando.

- Gracias. ¿Qué tienes que comprar tú?
- Nada. Sólo quería acompañarte.
 ¿Venga ya? ¿De verdad?
 Bueno, vale. Tengo que comprar un brick de leche que le debo a mis vecinos de enfrente.
- ¡Ah, vale! Pues vayamos a por ese brick de leche.

Empezamos a caminar hacia la puerta pero aparecieron unos 20 paparazis y comenzaron a hacernos fotos y preguntas. Sólo entendí dos de ellas: “Liam, ¿Qué ha pasado con Danielle?” y “¿Quién es ella?”. Liam no me dejó escuchar nada más. Me agarró y me llevó corriendo de nuevo hasta su coche, dónde me metió de un empujón y cerró la puerta tras de mí. 15 sg más tarde estábamos en la carretera dirección a nuestras casas a toda velocidad. Estuvimos callados todo el camino. Yo no me atrevía a decir nada porque la cara de tensión de Liam me daba miedo. Tenía el ceño fruncido, y la boca cerrada fuertemente pronunciando su mandíbula. Entró en su urbanización con el coche y yo me escondí instintivamente. Supongo que escuchar los gritos de las fans la noche anterior me había activado una parte del cerebro desconocida que evitaba los problemas. Aparcó frente a la puerta de una casita adosada de tres plantas y comenzó a respirar con los ojos cerrados. Yo lo miraba con la boca abierta. No sabía que decirle hasta que alguien golpeó el cristal de mi ventana y, al girarme, vi a Harry Styles sonriéndome. Creo que mi grito de fan despertó a Liam porque fue entonces cuando, por fin, su cara se suavizó y se rió.

 ¿Eres nuestra fan? – Me preguntó Liam mientras Harry me sacaba del coche siendo un perfecto caballero inglés.
- Pues… sí… bastante… Siento no habértelo dicho, pero creí que mi boca abierta al verte esta mañana me habría delatado.
- Sí. Es cierto, supongo que algo me impidió pensar. – Su sonrisa se esfumó de golpe de su cara y se puso serio. – Siento mucho el problema con los periodistas.
- ¿Cómo? ¿Os han visto los periodistas juntos? – Harry al principio parecía asombrado por esa noticia pero luego comenzó a reírse muy fuerte y se fue hacia la casa lo más rápido que pudo, aún riéndose.
- ¿Qué le pasa?
- Supongo que ya hay tema de conversación a mi costa.
- ¿Por qué?
- Porque… Yo nunca he sido el que le da a los periodistas un titular. Esa es misión de Harry y Zayn.
- Ah… Lo siento. Creo que soy culpable de eso. Y de los problemas que te pueda causar con Danielle. – Agaché la cabeza. – Creo que debería irme. Aún tengo que ir a comprar y recoger a los niños.
- No, por favor. No tendré problemas con Danielle. Y tampoco quiero que te vayas. Te acompaño al TESCO del barrio, sólo espérame un momento aquí que me cambie de ropa.
- No quiero ser molestia. – Liam me empujaba y me obligaba a esperarlo en la puerta de la casa de mis ídolos. ¿Cuántas chicas habrán estado aquí antes que yo? Seguro que con Harry y Zayn unas cuántas. Pero no con Liam. Se marchó corriendo y yo me quedé sola en la puerta. Escuchaba a Harry reír y gritar: “¿Cuál creéis que será el titular? Yo digo: “Liam Payne y una chica desconocida son descubiertos juntos.”” Entonces escuché por primera vez el acento irlandés de Niall que decía “O puede que simplemente sea: “¿Quién es esta chica, Liam?” Recuerda que ya lo pusieron una vez contigo, Hazza.” En ese momento comenzaron a reír y apareció Liam con una sudadera con la capucha puesta y cremallera abierta dejando ver una camiseta blanca. Me cogió del brazo y me llevó de nuevo hasta su coche.
- ¿Vamos en coche?
- No. Es que se me han olvidado las gafas dentro y tengo miedo de que te vayas antes de poder hablar contigo. – Mientras hablaba sacó las gafas del coche y se las puso.
- No me iré, y tampoco tienes que hablar conmigo. Ya sé lo que me vas a decir: no podemos ser amigos, yo soy famoso, tengo novia, blah, blah, blah… - Me aseguré de hacer muchos gestos con la boca y las manos consiguiendo el efecto que quería: hacer reír a Liam.
- No es exactamente eso lo que iba a decir pero bueno, te acompaño a comprar y luego damos un paseo para hablar. ¿Te apetece?
- Sí. – Salimos por la puerta trasera de la urbanización dónde el TESCO del barrio estaba justo en frente. Entramos y muchas niñas se quedaron mirándonos, pero al comprobar que yo no era Danielle y mi parecido con ella es como el de una patata a una zanahoria, apartaron la mirada. Liam me llevaba por los distintos pasillos y me preguntaba qué tenía que comprar a cada momento, para terminar más rápido. Lo último que cogimos fue la leche. Fuimos a pagar y, a pesar de haber estado en Inglaterra dos veces, seguía sin entenderme con las monedas. Liam se reía pero me cogió el dinero y pagó él. Después cogió todas las bolsas con una mano y el brick de leche con la otra dejando mis manos completamente libres.

- ¿Quieres dejarme llevar mi compra?
- No. Es mi compra. He pagado yo.
- Sí, pero con mi dinero.
- No. He pagado yo. Tu dinero está en mi bolsillo derecho del pantalón.
- ¿Qué?
- Lo que ha oído, “señorita”.
- Oye, oye, “señorito”. Ese dinero me lo había dado Anne para comprar. No era ni mío. – Me crucé de brazos y lo miré enfadada, hasta que ambos empezamos a reír. – No hacía falta que lo hicieras.
- Lo sé, pero quería hacerlo. Me caes bien, Azahara. – Noté que me había sonrojado, así que bajé la cabeza, seguí andando y murmuré un simple: “Gracias, tú a mí también.”

Liam me acompañó hasta la casa de los Watson y me ayudó a ordenar todo lo que compramos, me devolvió el dinero y yo me lo guardé pensando en cómo recompensarle ese acto tan caballeroso. Y entonces, empezó a hablarme muy deprisa. No entendí nada de lo que me dijo.

- Espera, no te entiendo. Habla más despacio, por favor.
- ¡Oh! Lo siento. Estaba diciendo que ahora es el momento de que hablemos. Por favor, siéntate.
- ¿Por qué? Sólo márchate y yo nunca habré existido. No me entrometeré en vuestra vida. – Mis lágrimas amenazaban con salir, puesto que no era lo que yo quería que pasara, aunque conseguí retenerlas . ¡Vamos! ¡ES LIAM PAYNE!
- ¿Quieres parar y escucharme? – Liam me obligó a sentarme y me trajo un batido de chocolate y otro para él. Se sentó frente a mí y, al mirarme, se dio cuenta que estaba a punto de llorar. Me sujetó la barbilla y me dijo. – No quiero que te alejes de mí.
- ¿Por qué? – Volví a preguntar extrañada.
- Porque ahora que te han visto conmigo no te dejarán tranquila. – Me soltó la barbilla y me obligó a beber batido, el cual me sentó muy bien. - Y no quiero dejar que lo pases sola. Además, me caes bien, Azahara. Quiero ser tu amigo, quiero acompañarte durante el tiempo que estés aquí y ayudarte en todo lo que pueda. – Entonces suspiró y no supe qué pensar.
- Pero que te vean conmigo puede estropear tu reputación. Y te dará problemas con Danielle...
No lo hará. – Volvió a suspirar y tomó aire. – Ya no estoy con Danielle. – Después de decir eso, se levantó y se fue dejándome sola con la boca abierta.

2 comentarios:

  1. OMGG ! AZAHARA PRIEGO! Sube capitulo, siii??! Te lo suplico de rodillas!! hahahha ;)X

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