miércoles, 2 de enero de 2013

Capítulo veintiuno.


Me desperté a las 4 de la mañana abrazada a Liam. Yo llevaba solo mi ropa interior y la camisa de él. Él sólo los pantalones los cuales tenía desabrochados dejando ver un gran Ralph Lauren. Liam estaba completamente dormido con un brazo bajo su cabeza. Yo estaba tumbada sobre su otro brazo cuya mano estaba abrazándome. Me separé un poco intentando que no se despertara y salí de la cama. Entré al baño y me recogí el pelo en una coleta. Cogí un albornoz y me lo puse encima de la camisa de Liam. Necesitaba salir a dar una vuelta porque, a pesar de ser apenas las 4 de la mañana, aún se escuchaban los gritos de las fans. Me dolía la cabeza por el ruido que había tenido que aguantar toda la noche. Mientras salía del baño, miré a Liam. No se había movido absolutamente nada de la posición en la que lo había encontrado al despertarme, sólo que ahora sonreía. Parecía que estaba teniendo un bonito sueño. Me recordé a mi misma preguntarle sobre ese sueño mientras yo misma sonreía al verle. Cogí mis pantalones y me los puse bajo el albornoz.

Abrí la puerta lentamente, para no hacer ruido y me llevé una de las tarjetas de la habitación de Liam además de la mía que no se había movido de mi bolsillo trasero del pantalón. El albornoz era bastante calentito y mientras iba por el frío pasillo agradecí haberlo cogido. Mientras escuchaba algún que otro gemido procedente de las habitaciones de los chicos, lo cual no me sorprendió, decidí bajar a tomar algo en el bar. Nunca había estado en un hotel de 5 estrellas y mucho menos había tomado nada en el bar de ningún hotel. “Para todo hay una primera vez”, pensé.

Mientras esperaba al ascensor, me di cuenta que había un par de zapatos que asomaban en la escalera. Me llamó la atención y seguí con la mirada a esos pies encontrándome con una fan dormida en las escaleras. Supe que era una fan porque tenía en sus manos el disco de los chicos y una camiseta que decía “I *corazón* One Direction”. Sonreí al verla porque me hizo recordar aquellas muchas veces en las que yo pensé en cómo colarme en el hotel de los chicos que hoy eran parte de mi familia. Me acerqué a ella mientras me quitaba el albornoz para ponérselo por encima, porque debía de estar congelada. Entonces me di cuenta que tenía un montón de cartas en sus manos, además del disco. Le cogí todas las cartas y busqué en su pequeña mochila por si tenía un bolígrafo y un trozo de papel. Encontré un scrapbook, que saqué de allí y lo puse debajo de las numerosas cartas, un paquete de pañuelos y un rotulador. Cogí un pañuelo y le escribí una nota con el rotulador.

NO GRITES POR FAVOR. ¡Hola! Me he llevado tus cartas y ese scrapbook que tenías en tu mochila también. Perdona que rebuscara entre tus cosas pero quería escribirte una nota para que no te asustaras. Sólo quiero pedirte que, en cuanto te despiertes y leas esto, salgas del hotel lo más rápido que puedas. Si Paul te encuentra aquí, tendremos problemas todos.
Espero de verdad que no te asustes cuando veas que han desaparecido tus cosas porque me voy a encargar de que los chicos las vean todas aunque tenga que tirarles de las orejas. Un beso enorme, Azahara. (Supongo que sabrás quién soy)
¡Ahh! Casi me olvidaba, ese albornoz con el que te he tapado es de la habitación de Liam y hasta hace dos minutos lo llevaba puesto yo. Espero que los conozcas algún día, pero esta no es la manera más adecuada.

Releí la nota y sonreí ante mi capacidad de escribir en inglés. Había mejorado bastante gracias a la ayuda de Liam y los chicos. Doblé el pañuelo y lo puse entre las manos de la chica que aún no había separado sus manos del disco. Me levanté, recogí del suelo el scrapbook y las cartas y volví a los ascensores. Una puerta se abrió y entré. Unos minutos más tarde estaba sentada en la barra del bar, con el scrapbook y las cartas encima de la barra bajo mi iPhone, y yo esperando a que el camarero dejara de agitar la coctelera para que me sirviera mi San Francisco. No soy muy bebedora y no se me da bien recordar los nombre de los cocteles así que decidí pedir el primero que recordé. Justo en el momento en el que el camarero vertía el contenido de la coctelera en una copa, vi como la pantalla de mi iPhone se encendía mostrando una foto de Liam.

- ¿Sí? – Respondí cogiendo con una mano la copa que me servía el camarero y dando un pequeño sorbo con la pajita.
- ¿Dónde estás? He llamado a tu habitación y no respondes. – Liam preocupado, para variar.
- Estoy en el bar. – Escuché un suspiro al otro lado del auricular. – Liam, estoy bien, eso de que te preocupes tanto por mi vamos a tener que hablarlo.
- Me importas mucho, demasiado. Bajo ahora mismo.
- No. Liam, en serio, necesito estar sola un par de minutos.
- ¿Por qué…? Bueno, está bien, pero ven a mi habitación en cuanto termines.
- Sí, lo prometo. Te quiero, adorable protector.
- Yo también, princesa. – Colgó y yo suspiré. Siempre era la misma historia. Si no sabía dónde estaba yo, me llamaba para preguntarme. Era horrible.
- Perdone, señorita, ¿está usted bien? – El camarero se dirigió a mi y yo lo miré entre asombrada y divertida con la situación.
- Pues… La verdad es que no. - ¿Por qué hablaba con ese extraño? Le di un largo sorbo al San Francisco y solté la copa en la barra. – Mi novio es un ídolo adolescente y es demasiado protector conmigo. Al principio era genial pero ahora me cansa.
- Pero eso es porque su vida es diferente, y le cuesta separarse de usted…
- De tu, por favor, me haces sentir mayor. Me llamo Azahara.
- Está bien, encantado Azahara. Mi nombre es Luke. – Luke tenía que ser… - Lo que le… te estaba diciendo, es que si es un ídolo adolescente, su vida no es normal y todo lo que hace o deja de hacer está en las noticias de medio mundo antes de que nadie pueda remediarlo. Lo mismo pasa con us… contigo. Si os ven separados o con otra persona, saltan las alarmas sobre vuestra relación. Y eso puede preocuparle. – Me quedé con la boca abierta. Nunca antes había pensado en esa situación o en como afecta todo lo que hacemos a la reputación de los chicos. Decidí tomarme el resto del San Francisco de un sorbo porque se me había quedado la boca completamente seca.
- Creo que tienes razón, Luke. Nunca lo había pensado así, pero parece que debe de ser eso. Gracias. – Sonreí a ese camarero y entonces fue cuando me di cuenta de que era realmente guapo. Y me resultaba familiar. – Luke… ¡LUKE! ¡Tú eres Luke! – Grité. Menos mal que no había nadie por allí cerca.
- Sí, soy Luke. Pensé que nunca me reconocerías. - Él me sonreía y lo vi todo mucho más claro. Era él, Luke, el monitor que estuvo conmigo durante mi primera visita de dos semanas a Reino Unido gracias a una beca. Seguía exactamente igual que 4 años antes, cuando lo conocí. Rubio, con los ojos muy azules y unos pocos cms más alto que yo. Cuando me fijé mejor, noté que si que había cambiado: estaba mucho más fuerte y tenía los brazos enormes. Se notaba el gimnasio en su cuerpo.
¡Qué alegría verte! – Me incorporé todo lo que pude en la barra para abrazar a un antiguo conocido y él me devolvió el abrazo. Después de ese abrazo recordé lo mucho que me gustaba aquel chico cuando era mi monitor y aquel día en la playa de Bristol que pasamos juntos tomados de la mano y besándonos tumbados en la arena.

4 comentarios:

  1. ME ENCANTAAAA!!!!!
    Me pareció súper tierno lo de la fan! Más mona... jejeje
    Espero que Aza y Liam no tengan problemas ahora que son muy cucos!! Por favor, Luke, me caes bien...no traigas problems jajaja
    TE QUIERO!!

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  2. Aza mañana otro , no ?? más te valee que a mi me gusta engancharme a las fics tanto como a las telenovelas xDDD ME ENCANTAAA!!!

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  3. Ahhh yo estuve en Bristol este verano dos semanas, gracias a un premio que ganamos en el insti, un profesor no estaba mal tampoco jajajjaja

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  4. Y sigo diciendo lo mismo que en los otros capítulos, me encanta...enserio.
    Diso, lo que hiciste por la fan, ya me gustaría a mi, con eso creo...que me conformaría (de momento)
    Vuelve el Liam protector...me imagino su cara al despertar y encontrarse solo, pobrecito hahaha
    Orgg Luke, me lo imagino y debe estar...bufff para tirar cohetes hahaha
    Voy a por el próximo, que seguro que me encantará!!!

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