Me desperté en la
cama de Liam con el pelo aún húmedo y con el cuerpo desnudo. Una pequeña línea
de luz entraba entre las cortinas y me daba en la cara. Salí de la cama y fui
al baño. Me puse un albornoz y miré mi aspecto en el espejo. Me pasé los dedos
por el pelo intentando peinarlo un poco. Estaba a punto de decidir que era
imposible sin un cepillo cuando Liam apareció en la puerta. Se cruzó de brazos
y se dejó caer en el borde.
- Buenos
días, Mr. Payne.
- Buenos
días. – Dijo con la voz ronca haciéndome estremecer. Me giré y fui a darle un
beso de buenos días pero me detuve cuando mi teléfono sonó. Salí corriendo para
contestar dejando a Liam en la misma posición pero esta vez mirando hacia
atrás.
- ¿Sí? –
Dije cuando descolgué al mismo tiempo que me sentaba en el borde de la cama.
- ¿Azahara?
- Sí,
¿quién eres? – Dije a la vez que Liam me abrazaba y empezaba a darme besos en
el cuello haciendo que un extraño frío me recorriera la espalda.
- Soy
Luke.
- ¡Hola
Luke! – Liam se tensó y se separó de mi. Al darme la vuelta comprobé lo que ya
me imaginaba: estaba enfadado. - ¿Querías algo?
- Sí,
espero no haberte molestado. Puedo llamar luego.
- No, no,
está todo bien. – Liam frunció el ceño aún más y yo suspiré. – Dime, Luke.
- Me
preguntaba si te apetecería salir a tomar un café un día de estos para hablar.
- ¿En serio? Esto no podía estar
pasando. - Hace mucho que no nos vemos y tendremos mucho que contarnos. –
Silencio. Ninguno de los dos hablamos. Yo me había quedado petrificada pensando
en cómo decirle a Luke que me apetecía quedar con él sin que Liam se enterara,
lo cual era bastante difícil porque lo tenía justo delante de mi y ya estaba
enfadado. – Si no quieres no pasa nada.
- No, no,
hablamos en otro momento.
- ¿He
interrumpido algo?
- No, es
que…
- Liam
está delante. – Me interrumpió.
- Sí.
- Ya veo…
Te mando un mensaje luego. Un beso. – Y colgó. Me retiré el iPhone de la oreja
y miré de nuevo a Liam.
- ¿Qué
quería?
- Quedar
conmigo para tomar un café.
- ¿Cuándo?
- Aún no
le he dicho nada.
- ¿Por
qué?
- Porque hoy
tengo que quedar con Caroline y mañana empiezo a trabajar de nuevo en casa de
los Watson.
- No vas
a quedar con él.
- ¿Desde
cuándo tú decides con quién puedo quedar y con quién no? – Dije levantándome de
la cama y aguantando las ganas de llorar. Quería muchísimo a Liam pero esos
celos que sentía y la sobreprotección me ponían enferma.
- Desde
que soy tu novio y te quiero. Me importas mucho. No quiero que sufras.
- ¡SI DE
VERDAD TE IMPORTARA ME DEJARÍAS HACERME DAÑO A MI MISMA PARA LUEGO ESTAR TÚ
ABRAZÁNDOME! – Solté mientras una lágrima salía y bajaba por mi mejilla.
Me di la vuelta,
cogí mi iPhone y la tarjeta de mi habitación y salí corriendo de allí dando un
portazo. Abrí la puerta de mi habitación y me senté en el suelo con la espalda
apoyada en la puerta. Y lloré. Lloré cómo hacía meses que no hacía. Cuando Liam
empezó a llamar a mi puerta me levanté y me puse a hacer la maleta aún
llorando. Quería salir de allí lo antes posible y si podía evitar ver a Liam,
mejor. Estaba segura que le daría un guantazo si lo viera. Y eso no arreglaría
las cosas. Eso seguro.
Ay mi dios. Con lo bonito que parecía todo y ahora esto...
ResponderEliminarganas de llorar aumentado. Es triste, pero seguro que se arregla todo.
O eso espero.
Uiiii, Azahara sola con Caroline, después de haber llorado...
Omg, I need more.
Como siempre, Aza, me encanta, sobretodo esta tensión.