domingo, 24 de marzo de 2013

Capítulo veintinueve.


Me desperté en la cama de Liam con el pelo aún húmedo y con el cuerpo desnudo. Una pequeña línea de luz entraba entre las cortinas y me daba en la cara. Salí de la cama y fui al baño. Me puse un albornoz y miré mi aspecto en el espejo. Me pasé los dedos por el pelo intentando peinarlo un poco. Estaba a punto de decidir que era imposible sin un cepillo cuando Liam apareció en la puerta. Se cruzó de brazos y se dejó caer en el borde.
- Buenos días, Mr. Payne.
- Buenos días. – Dijo con la voz ronca haciéndome estremecer. Me giré y fui a darle un beso de buenos días pero me detuve cuando mi teléfono sonó. Salí corriendo para contestar dejando a Liam en la misma posición pero esta vez mirando hacia atrás.
- ¿Sí? – Dije cuando descolgué al mismo tiempo que me sentaba en el borde de la cama.
- ¿Azahara?
- Sí, ¿quién eres? – Dije a la vez que Liam me abrazaba y empezaba a darme besos en el cuello haciendo que un extraño frío me recorriera la espalda.
- Soy Luke.
- ¡Hola Luke! – Liam se tensó y se separó de mi. Al darme la vuelta comprobé lo que ya me imaginaba: estaba enfadado. - ¿Querías algo?
- Sí, espero no haberte molestado. Puedo llamar luego.
- No, no, está todo bien. – Liam frunció el ceño aún más y yo suspiré. – Dime, Luke.
- Me preguntaba si te apetecería salir a tomar un café un día de estos para hablar. - ¿En serio?  Esto no podía estar pasando. - Hace mucho que no nos vemos y tendremos mucho que contarnos. – Silencio. Ninguno de los dos hablamos. Yo me había quedado petrificada pensando en cómo decirle a Luke que me apetecía quedar con él sin que Liam se enterara, lo cual era bastante difícil porque lo tenía justo delante de mi y ya estaba enfadado. – Si no quieres no pasa nada.
- No, no, hablamos en otro momento.
- ¿He interrumpido algo?
- No, es que…
- Liam está delante. – Me interrumpió.
- Sí.
- Ya veo… Te mando un mensaje luego. Un beso. – Y colgó. Me retiré el iPhone de la oreja y miré de nuevo a Liam.
- ¿Qué quería?
- Quedar conmigo para tomar un café.
- ¿Cuándo?
- Aún no le he dicho nada.
- ¿Por qué?
- Porque hoy tengo que quedar con Caroline y mañana empiezo a trabajar de nuevo en casa de los Watson.
- No vas a quedar con él.
- ¿Desde cuándo tú decides con quién puedo quedar y con quién no? – Dije levantándome de la cama y aguantando las ganas de llorar. Quería muchísimo a Liam pero esos celos que sentía y la sobreprotección me ponían enferma.
- Desde que soy tu novio y te quiero. Me importas mucho. No quiero que sufras.
- ¡SI DE VERDAD TE IMPORTARA ME DEJARÍAS HACERME DAÑO A MI MISMA PARA LUEGO ESTAR TÚ ABRAZÁNDOME! – Solté mientras una lágrima salía y bajaba por mi mejilla.

Me di la vuelta, cogí mi iPhone y la tarjeta de mi habitación y salí corriendo de allí dando un portazo. Abrí la puerta de mi habitación y me senté en el suelo con la espalda apoyada en la puerta. Y lloré. Lloré cómo hacía meses que no hacía. Cuando Liam empezó a llamar a mi puerta me levanté y me puse a hacer la maleta aún llorando. Quería salir de allí lo antes posible y si podía evitar ver a Liam, mejor. Estaba segura que le daría un guantazo si lo viera. Y eso no arreglaría las cosas. Eso seguro.

Terminé la maleta y me vestí con unos vaqueros, las botas marrones, una camiseta blanca y la chaqueta de cuero. Cogí el abrigo y llené el bolso de cosas, entre ellas el anillo que Liam me regaló tan sólo 4 días antes. Lo guardé en el bolsillo interior del bolso cerrando la cremallera. Cogí la maleta y abrí la puerta. Me encontré a Liam sentado justo delante mirando hacia el suelo. Levantó la cabeza mirándome desde los pies hasta los ojos. Cuando llegó arriba, me puse las gafas evitando que viera mis ojos enrojecidos. Pasé la maleta por encima de él y me fui mientras él me perseguía. Al llegar a los ascensores me metí rápidamente en uno que estaba a punto de cerrar y dejé a Liam allí. La última imagen que tengo de Liam es la puerta del ascensor cerrando y él mirándome tristemente y diciendo “Lo siento”. Cuando la puerta se cerró del todo y empezó a bajar, me derrumbé. ¿Qué iba a hacer sin Liam? No había tenido que pensar en eso durante meses. Siempre había estado con él, tanto como amigos cuando nos conocimos como novios. Salí del hotel con la cabeza agachada y escuché como las fans me llamaban y vi paparazis que me hacían fotos. Suerte que llevaba las gafas. Me metí en el primer taxi que paró aún con los paparazis siguiéndome y le pedí al taxista que me llevara a Oxford St. Ahora me tocaba enfrentarme sola a Caroline.

1 comentario:

  1. Ay mi dios. Con lo bonito que parecía todo y ahora esto...
    ganas de llorar aumentado. Es triste, pero seguro que se arregla todo.
    O eso espero.
    Uiiii, Azahara sola con Caroline, después de haber llorado...
    Omg, I need more.
    Como siempre, Aza, me encanta, sobretodo esta tensión.

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