sábado, 26 de enero de 2013

Capítulo veinticinco.


Paul llegó y le dijo a los chicos que tenían el día libre, como ya sabían, pero que no hicieran nada que llamara demasiado la atención. Ellos asintieron y dejaron que Paul se fuera.
- Bueno, ¿qué hacemos? – Dijo Louis.
- Yo había pensando en pedir pizzas y reunirnos en la habitación de Niall… - Empezó Harry.
- ¿Por qué en la mía? – Preguntó Niall completamente aturdido.
- Porque tienes videojuegos. – Respondió Zayn.
- Tú también, y Liam.
- Eh, a mí no me metas. Harry sigue, y luego decimos qué habitación es mejor.
- Eso: pizzas, videojuegos y tranquilidad, que estoy cansado.
- A mi me gusta. – Louis estaba de acuerdo con él y ambos se chocaron las manos antes de echarse a reír.
- Vale, creo que a todos nos gusta ese plan. ¿Chicas? – Liam nos miró a Sonia y a mi que éramos las únicas que estábamos allí para opinar.
- Pues… A mí también me gusta. – Dijo Sonia.
- A mí también, pero quería ir de compras… - Miré a Liam con cara de cachorrito.
- Mañana te llevo dónde quieras, pero hoy déjame descansar. – Ante esa respuesta, Louis nos miró y nos sacó tarjeta a nosotros también. Otra vez empezamos a reír sin poder parar.
- Bien, sólo nos queda saber a qué habitación decimos que suban las pizzas. ¿Niall? – Todos miramos al rubio.
- ¡Bah! – Bufó. – Está bien, haréis lo que queráis como siempre, así que diré que sí. ¡Todos a la habitación del Leprechaun!
- ¡BIEEEEN! – Dijimos todos a la vez.

Louis, Zayn y Harry fueron a recepción y pidieron que subieran 10 pizzas a la habitación de Niall mientras éste, Sonia, Liam y yo íbamos a los ascensores y esperamos a que llegaran. Me sorprendió ver que Sonia y Niall pasaban de Liam y de mi y estaban abrazados apoyados en la pared. Sonreí y miré a Liam, quién estaba también boquiabierto viéndolos. Me puse de puntillas, le obligué a mirarme y me acerqué a sus labios lentamente. Noté nuestros alientos chocando y rocé sus labios con los míos. Él empezó a boquear y yo me alejaba sonriendo. Liam me pegó a él y me aupó. Quedé flotando en el aire y Liam me besó. No podía separarme de él y noté cómo sonreía bajo el beso, y yo también sonreí. Escuchamos que el ascensor se abría y Liam me puso suavemente en el suelo. Entramos los cuatro en el ascensor y yo pulsé el botón.

Al llegar a la habitación de Niall, él se puso un poco nervioso y nos pidió a Liam y a mí que si podíamos ir allí en 5 minutos y tiró de Sonia dejándonos a Liam y a mí solos en el pasillo. Nos miramos y nos sentamos frente a la puerta a esperar que a Niall se le pasara lo que fuera que le había pasado.
- Entonces, ¿mañana nos vamos de compras? – Le pregunté a Liam mientras me sentaba frente a él encima de sus piernas.
- Eso parece… Pero tenemos que ir a ver a alguien antes.
- Sí, Caroline. Lo sé. – Bajé la mirada mientras pensaba. – No tengo ni idea de qué es lo que quiere, Liam…
- Yo tampoco. Mañana lo sabremos. – Liam me cogió la barbilla y me obligó a mirarle. Me perdí en sus ojos, como casi siempre. – Azahara, ¿Vamos a por las cartas y el scrapbook para enseñárselo a los chicos?
- ¡Sí! – Abracé a Liam y le di un beso en la mejilla justo antes de levantarme y tenderle mi mano para que me acompañara.
- ¿Ya? Yo pensaba…
- Tú pensabas… Nada. Vamos ya, que luego se olvida. – Liam me dio la mano y tiró de mi consiguiendo que me callera de tal forma que me encontré tumbada en sus piernas boca arriba mirándole. Estaba a punto de besarme. Rodé sobre sus piernas y me levanté sonriendo. – Azahara 1 – Liam 0. Vamos.
- Está bien…

Liam se resignó y se levantó para acompañarme a su habitación. 2 minutos después estábamos sentados de nuevo en el suelo frente a la puerta de Niall pero con las cartas y el scrapbook. Por un momento pensé que Nialler se había olvidado de nosotros, pero justo en ese momento abrió la puerta y nos dijo que podíamos pasar. Acabábamos de sentarnos cuando llegaron Louis, Zayn y Harry, estos dos últimos se tiraron en la cama con intención de dormir pero Sonia y yo nos tiramos encima y desatamos la locura. Acabamos siendo las principales dianas para recibir cosquillas por parte de los cinco chicos quienes disfrutaron viéndonos intentar escapar de ellos. Nos rendimos justo cuando Sara y Marta entraban a la habitación, con grandes ojeras. Sonia y yo nos miramos e intentamos aguantar la risa, cosa imposible. 

Me levanté de la cama, y recogí las cartas y el scrapbook y les di a cada uno de los chicos su respectiva carta. Ellos comenzaron a leer y de vez en cuando escuchaba alguna que otra risa o algún "awwww" procedente de ellos. mientras tanto, las chicas y Liam veíamos el scrapbook. Sabía que a Zayn le encantaría porque tenía muchísimos dibujos, a Harry y a Niall porque tenía millones de fotos y a ellos les encantaba ver a todos esos millones de chicas y chicos que esperaban verles algún día. A Louis y a Liam simplemente les hacía ilusión saber que tenían apoyo en nuestro país, y verlo de esa forma era realmente emocionante.

Me di cuenta que los chicos sacaban sus móviles y empezaban a seguir a las chicas de las cartas. Niall le hizo una foto al scrapbook y la subió a Twitter bajo el título "Amazing present from Spain. GRACIAS. Tengo hambre." Menos de 2 minutos después de ver cómo Niall hacía eso, me llegaron dos notificaciones: "@Delegadas1DSP: Muchísimas gracias a @azaharaa que gracias a ella, los chicos han visto el scrapbook en el que habíamos trabajado tanto con @Bring1DtoSP" "@Bring1DtoSP: Gracias a @azaharaa por darme el albornoz de la habitación de @Real_Liam_Payne y por todo lo demás. Abby." Sonreí cómo una tonta ante esas menciones y me di cuenta que tenía mil menciones más, pero no disponía de tiempo para contestarlas todas así que simplemente puse un Tweet general, el cual estaba segura que verían. "Estoy muy contenta de que los chicos vean cosas de España :) xx"

sábado, 19 de enero de 2013

Capítulo veinticuatro.


Desperté y estaba sola en la habitación. Los gritos de las fans eran más fuertes que nunca. Me giré en la cama y noté un papel bajo mi mejilla. Lo cogí, me tumbé sobre mi codo apoyando la cabeza en mi mano y leí la pequeña nota.

“Buenos días princesa. Paul ha venido para pedirnos que bajáramos a saludar a las fans. No te he querido despertar pero me he ganado una buena bronca. Intenta no cruzarte con Paul o Andy hasta que esté contigo. Te quiero.”

Genial… Por eso gritaban… Salí de la cama y de la habitación y me fui a la mía. Me di una larga ducha, me puse la ropa más cómoda y calentita que encontré y bajé al bar. Luke estaba allí. Me extrañó porque se suponía que debería estar trabajando para el Times.

- ¡Hola Luke! – Me volví a sentar en el mismo sitio que unas horas antes y Luke vino hacia mi, me besó en la mejilla y noté cómo medio bar se me quedaba mirando. “Genial, otra fabulosa noticia.” - ¿Me pones un café? Y que esté bien cargado pero con leche. Me muero de sueño…
- Enseguida. – Dio media vuelta y escuché cómo la cafetera empezaba a hacer ruido.

Un minuto más tarde tenía frente a mí un tazón con un corazón y una gran L en el centro dibujado en la parte de arriba del café. Noté el calor en mis mejillas y me apresuré a borrar esas pruebas con el azúcar y removiendo con la cucharilla. ¿Por qué había hecho eso? ¿Sentía algo por mí después de tantos años? “No, no puede ser. Además, Azahara, tú sales con Liam. El chico de tus sueños.” Me dije. Me tomé el café lo más rápido posible y llamé a Luke.

- ¡Luke! – Llamé y vi cómo se acercaba a mi sonriendo.
- ¿Te ha gustado la sorpresa?
- La verdad… no. ¿No te das cuenta que eso no me ayuda con Liam?
- Azahara, yo…
- No, no digas nada. Mejor me marcho y aquí no ha pasado nada. – Giré el taburete dispuesta a irme y Luke me agarró el brazo.
- No lo has entendido. – Me obligó a mirarlo y me sorprendí al ver que sonreía.
- ¿Qué no he entendido? Estaba muy claro…
- Al parecer no lo estaba… Porque lo has malinterpretado. – Seguía sonriendo. ¿Por qué sonreía? – El corazón y la L no son lo que piensas…
- ¿Ah no? ¿Y entonces qué son?
- Son de parte de Liam, no de la mía. – Noté de nuevo el calor en mis mejillas y Luke soltó una carcajada. Se dio la vuelta diciendo “¡De nada!” y me dejó allí roja como un tomate y con la boca abierta.

Diez minutos después, estaba en el vestíbulo con un abrigo puesto y una bufanda, un gorro y las gafas en las manos esperando a que mis amigos terminaran de saludar a las fans. No sabía cuánto tiempo llevaban allí pero que toda la entrada estuviera vallada los ayudó a quedarse más rato con sus niñas, como ellos las llamaban. Sonreí desde el otro lado del cristal porque todas esas chicas habían pasado toda la noche allí para ver a sus ídolos unos segundos y ellos estaban alargando esa experiencia. Además, a ellos les gustaba. Observé a mis amigos y me encontré con la mirada de una chica. Ella me miraba con una gran sonrisa y la reconocí: era la chica que había dormido en las escaleras, la chica que le dio el DVD del Flashmob de España a los chicos meses atrás, Abby se llamaba, si no recordaba mal. Levanté la mano y la saludé sonriendo, y ella me hizo un gesto con los brazos como si me dijera que me estaba abrazando o que quería abrazarme. Repetí el mismo gesto hacia ella y vi cómo le brillaban los ojos. Me sentí genial por haberle “robado” esas cosas y le hice una señal intentando explicarle que había conseguido que Liam leyera las cartas y viera el scrapbook, pero se me daba fatal y no se si llegó a entenderme ya que Preston me puso una mano en mi hombro y me obligó a salir del vestíbulo. Mi mano se despidió de quién me mirara en ese momento y empecé a tener miedo. Yo sola con Preston después de que Paul nos pillara a Liam y a mí juntos en la misma habitación, no debía ser bueno. Me obligó a sentarme en uno de los sofás más alejados de la puerta y se marchó. Saqué mi iPhone y entré en Twitter. Puse un Tweet de una foto que le había hecho a Liam durmiendo y miré en mis menciones. Me deseaban Feliz Año Nuevo y puse otro Tweet deseando un Feliz Año a todos, la mitad en inglés y la otra mitad en Español. Cuando vi que tenía más de 12000 RTs en el Tweet de Liam durmiendo (era bastante obvio porque estaba realmente adorable durmiendo) sonreí como una tonta.

 ¿Qué te hace tanta gracia? – Escuché que me preguntaba alguien y al levantar la cabeza vi a Sonia.
- Buenos días. Nada, que he puesto una foto de Liam durmiendo hace un minuto y ya la han visto más de 10000 personas. Me ha hecho gracia porque él no tiene ni idea. – Volví la mirada y confirmé que seguían allí fuera hablando con las fans.
- Sí, es gracioso. – Ambas reímos durante unos segundos. - ¿Qué tal la noche? – Me preguntó poniéndose seria.
- Pues… Bastante bien. – Noté que me sonrojaba y ella sonrió al darse cuenta.
 Nialler y yo vimos vuestra Twitcam. Imagino que después de ese beso que te dio, no te enfadarías con él.
- ¿La visteis? ¿JUNTOS? – Abrí la boca y me di cuenta de otra cosa. – Espera, ¿lo has llamado Nialler? ¡Cuéntame eso señorita!
- Ya me viste salir de mi habitación, no se de qué te extrañas…
- Ya, ya, pero no se… ¿Qué hicisteis además de vernos a Liam y a mí?
- Pues… - Sonia se sonrojó y desvió la mirada. Yo me reí y le conté que escuché gemidos en las habitaciones sobre las 4 de la mañana.
- ¿En serio? Pues esa no fui yo, te lo prometo. – Ambas nos echamos a reír porque sabíamos de dónde venían esos ruidos a esas horas.
- Está bien – Empecé a decir aún riéndome. – Jura que no sacaremos ese tema, porque ellas no nos dirán nada.
- Lo juro, pero se va a notar cuando veamos a los 4 con ojeras. – Volvimos a reír y así nos encontraron los chicos.
- ¿De qué os re...? – Preguntó Harry sin terminar la pregunta porque empezó a bostezar. Sonia y yo nos reímos aún más que antes al presenciar eso y no podíamos parar.
- ¿Se puede saber qué os pasa? – Niall se sentó en el sillón al lado de Sonia y le dio un beso en la mejilla, demasiado cerca de los labios pero hice como que no me había dado cuenta de eso mientras me pasaba las manos por los ojos quitándome las lágrimas que habían saltado de tanto reír.
- ¿Nos lo vais a decir? – Louis se sentó en la mesita justo frente a nosotras y dando la espalda a Harry y Zayn, y nos miró a las dos de forma que volvimos a reír sin remedio. Las caras de Louis no eran precisamente las que más respeto daban, así que no ayudó.
- Creo que no os van a decir nada… - Dijo Liam apareciendo, por fin. Me dio un beso en la frente mientras se sentaba a mi lado y me cogía la mano entrelazando nuestros dedos. – ¿Te ha gustado mi regalo de esta mañana? – Me susurró al oído.
- Me ha encantado – le susurré ruborizándome al recordar el pequeño error que cometí al creer que Luke me intentaba conquistar. Liam me sonrió y se que iba a besarme cuando Louis nos interrumpió.
- Vale, señoritas, me gustaría saber de qué reían. Así que dejen los besitos para más tarde. – Sonia y yo nos miramos, sonreímos y nos entendimos con una mirada: me tocaba hablar a mi.
- Pues, la verdad… Nos reíamos porque hoy, a las 4 de la mañana, me he recorrido medio hotel y, además de encontrarme una fan durmiendo en las escaleras...
- ¿QUÉ? – Saltaron todos a la vez, incluida Sonia.
- Tranquilos, no ha pasado nada, la he visto ahí fuera. Llevaba un montón de cartas para vosotros y un scrapbook. Es española, ¿lo sabíais? – Todos negaron y miraron hacia la puerta, dónde ya no quedaban apenas fans. – Luego os doy las cartas y el scrapbook para que sigáis a algunas de las chicas que han puesto su corazón en ese álbum. Os voy a obligar. – Me miraron y sonrieron.
- Vale, además de eso ¿qué has visto?
- Ver, lo que se dice ver… Nada… - Solté una risita tonta. “Llego a ver el origen de los gemidos y podía morirme allí mismo.” Pensé. – Es sólo que de dos habitaciones salían ruidos extraños… - Todos me miraron primero y luego a Zayn y Harry. Habían captado la indirecta y los aludidos comenzaron a sonrojarse e intentaron cambiar de tema. Louis, como siempre, los interrumpió y no dejó el tema ahí.
- Entonces, sois unos guarros y pillasteis cacho todos menos yo.
- ¡Yo no! – Dijeron Niall y Sonia al mismo tiempo. Ambos se miraron y nosotros a ellos. Al cabo de unos segundos estábamos todos riendo por lo incómodo de la situación. Liam y yo ya habíamos dado por echo que nosotros estuvimos juntos “pillando cacho” como había dicho Louis, ya que no lo habíamos negado.
- Vale, guarros vosotros dos entonces, por dejar que os escucharan. – Dijo Louis mirando hacia arriba e hizo un gesto como el que hace un árbitro al sacar una tarjeta a un futbolista y se la enseñó a los dos. Yo no pude aguantarme la risa y se me saltaron las lágrimas de nuevo. Vaya día nos esperaba empezándolo así.

domingo, 13 de enero de 2013

Capítulo veintitrés.


Una vez me tranquilicé, después de reír junto a Liam sobre la situación que él había generado, conseguí el valor necesario para abrir la carta. Era de las chicas que habían hecho el scrapbook. Y estaba en español.

“Querida Azahara Payne,
Somos un grupo de chicas que ganamos un concurso de Sony Music España y ahora somos Delegadas de las provincias. Te escribimos a ti porque estamos muy pero que muy orgullosas que unas españolas hagan felices a los chicos. Nos alegramos de comprobar que cada día que pasa sois más famosas y más respetadas, sobre todo por las españolas, y nosotras simplemente queremos darte las gracias. Has hecho lo que toda Directioner querría: hacer feliz a 1D con su sola presencia.

Otra cosa que queríamos decirte, o más bien prevenirte, es sobre el caso Caroline Flack. En España nadie se creyó la disculpa que te dio después de aquel “falso artículo”. Creemos que planea algo y solo queremos que estés preparada cuando eso ocurra. Te apoyaremos pase lo que pase.

También queremos darte las gracias porque desde que nos mencionaste aquella vez, cuando te dijimos que si habías leído esas mierdas que la Heat publicó sobre ti, y nos contestaste que nunca lo habrías expresado mejor, hemos conseguido muchísimos nuevos seguidores y en Sony están muy contentos con nosotras. De verdad, nunca te lo agradeceríamos lo suficiente. Serías una buenísima Delegada y todas coincidimos en que nos gustaría conocerte como una Directioner española más, y no como la novia de Liam.

No sabemos qué más decirte porque teníamos tanto que decir que ha llegado el momento en el que nada es lo suficientemente importante como para decírtelo por carta.

Sólo una cosa más. Si Abby ha sido capaz de darle el scrapbook a los chicos, ¿podrías convencerlos de seguir al menos a una de esas cuentas? Haría muy feliz a cientos de chicas que pusieron todo su amor en realizarlo.

Ya no te molestamos más, muchas gracias por todo, de verdad.

Un beso desde cada provincia de España,
@Delegadas1DSP y @Bring1DtoSP.”

- No sabía nada de esas Delegadas… - Susurré.
- ¿Qué has dicho? – Me preguntó Liam apartando la vista de su carta.
- Nada, que no sabía que existían estas chicas y las respondí una vez en Twitter.
- Suele pasar. A mí me mencionan cientos de miles de veces y nunca me fijo en los twitters, sólo en lo que dicen los Tweets.
- Dicen que se alegran mucho por mi y me dan las gracias por hacerte feliz.
- ¿De verdad? Cuál es el Twitter de esas chicas que les voy a dar las gracias por esas palabras.
- Esa es otra cosa que dicen. Que, por favor, os convenza para seguir a al menos una cuenta de esta lista. – Y señalé el scrapbook.
- Conmigo no será problema, las voy a seguir a todas.
- ¿De verdad?
- Claro, siempre lo hago. – Dijo serio pero pronto cambió.- Niall y Harry estoy seguro que seguirán a más de una y Louis y Zayn… Tal vez podamos meternos en sus Twitters y seguir a unas cuantas nosotros. – Liam empezó a reír él solo y yo lo miraba sin saber si reír o pegarle con las cartas en la cabeza. - ¿Qué te pasa ahora?
- Que no es gracioso. – Liam dejó de reír al ver mi expresión y me miró. – Estas chicas esperan que sus ídolos las sigan, que sepan de su existencia y vosotros estáis siempre ocupados para sacar tiempo para poneros a seguir a gente en Twitter. Se que no seguiréis a ninguna de estas chicas, pero al menos veréis el scrapbook que os han hecho todas las chicas que os adoran de mi país. Os obligaré.
- Vale, mamá. – Liam se sentó y levantó la mano en señal de que lo prometía.
- Bien, me quedo más tranquila. – Dije mientras sacaba mi iPhone del bolsillo del pantalón.
- Y ahora ¿qué haces?
- Seguir a esas chicas. – Entré en Twitter y seguí a las dos cuentas que estaban al final de mi carta y recordé de golpe por qué me eran familiares esos Twitters. - ¡Son las chicas del Flashmob!
- ¿Flashmob? ¿Qué flashmob?
- Uno que hicimos en 20 provincias de España y que la chica que ha traído todo esto os dio un DVD a cada uno hace meses.
- ¡AH! ¡Ese Flashmob! Vimos el DVD una semana después de que nos los diera. De ahí que queramos ir tan desesperadamente a España, pero creen que aún no somos lo suficientemente famosos allí…
- Lo seréis dentro de poco.
- Lo se, y entonces ni siquiera tú serás libre para volver a tu país…
- No me importa.
- Pero a mi sí.
- Liam, tenemos que hablar sobre esa sobreprotección que tienes hacia mi. Me pone de los nervios.
- Lo siento, pero no puedo evitarlo. Quiero que estés bien siempre.
- Y lo voy a estar, porque salgo contigo. Ya estoy lo suficientemente protegida.
- Lo se, pero quiero ser yo quien te proteja.
- Tú lo haces con solo estar cerca de mi, pero tienes que dejarme un poco más de libertad…
- Está bien, lo pondré en mi lista de propósitos para el Año Nuevo.
- ¡Genial! – Sonreí y abracé a Liam mientras bostezaba. Estaba realmente cansada y ese día los chicos lo tenían libre.
- ¿Quieres volver a la cama un poco más?
Por favor… - Liam me cogió en brazos y me tumbó en la cama. Él se tumbó a mi lado y volvimos a la misma posición en la que estábamos cuando me desperté a las 4 de la mañana.

viernes, 4 de enero de 2013

Capítulo veintidós.


Cuando me di cuenta eran las 6 de la mañana. Se me había pasado el tiempo volando hablando con Luke. Me contó que había terminado sus estudios de periodista y ahora trabajaba para el Times en la sección de deportes además de en aquel hotel. Yo le conté qué hacía en Londres aunque me dijo que, gracias a su hermana, sabía bastante bien qué era de mi porque era fan del grupo de mi novio y sus amigos. Me dijo que se alegraba mucho por mi, porque veía muchas fotos de mi junto a Liam por internet y le hacía sonreír. Por un momento me sentí mal por ser feliz junto a Liam cuando durante una temporada, quería ser feliz junto a Luke. Me despedí de él después de intercambiar números y salí corriendo de allí, sabiendo que Liam me mataría por haberme entretenido más de la cuenta en aquel bar.

- ¿Dónde estabas? – Liam saltó de la cama y me abrazó en cuanto abrí la puerta de su habitación.
- Estaba en el bar.
- Te acabo de llamar y ha contestado un tío.
- ¿Qué? Pero si mi móvil está… - Me estaba tocando todos los bolsillos y solo encontré la tarjeta de mi habitación. - ¡Mi móvil! ¡Y las cartas y el scrapbook! ¡Me los he dejado abajo! – Me di la vuelta dispuesta a ir a recogerlo todo cuando llamaron a la puerta de la habitación. Liam me puso detrás de él y abrió. Era Luke con todas mis cosas.
- Hola, Azahara se dejó todo esto abajo.
- Gracias. ¿Quién eres tú? – Le preguntó Liam de bastante mal humor. Me arrepentí muchísimo de haberme dejado todo abajo.
- Amor, este es Luke, el camarero del bar. Supongo que habrá sido él quién ha contestado a la llamada de antes.
- Sí, he sido yo. Toma Azahara, cuida de tus cosas. – Me tendió las cartas y el scrapbook y los cogí atrayéndolos hacia mi, con miedo de volver a perderlos.
- Sí, claro, lo… - Decía mientras me daba mi iPhone, el cual guardé en el bolsillo del pantalón.
- Un momento, ¿desde cuando un camarero te habla de “tú”?
- Liam, no estarás celoso, ¿verdad? – Sonreí a mi novio mientras Luke bajaba la mirada también sonriendo.
- No, es sólo que es raro. – Me respondió cortante y serio.
- Vale… Luke es un antiguo amigo mío. Lo conocí hace 4 años en Canterbury cuando estuve allí gracias a la beca que me concedieron y ya te conté. Él era mi monitor. Luke, éste es Liam. Tu hermana te envidiará durante mucho tiempo.
- Mucho gusto, Liam Payne. Mi hermana es vuestra fan.
- ¡Oh! Todo eso explica muchas cosas. – Liam y Luke se estrecharon las manos.
- Bueno, Luke, muchas gracias por subirme mis cosas.
- De nada, Azahara. Si queréis tomar algo para desayunar, os subiré una bandeja.
- Sí, por favor, trae algo variado. – Le dijo Liam y se fueron los dos juntos a la puerta.

Liam cerró la puerta tras él, dejándome sola en la habitación. Me acerqué a la puerta e intenté escuchar pero supuse que estarían hablando en susurros porque no escuché absolutamente nada, y un par de horas antes había escuchado a mis amigos gemir… Recordarlo me hizo sentir un escalofrío recorriéndome la espalda. Me di por vencido y me senté en el borde de la cama. Dejé las cartas sobre la colcha y abrí el scrapbook. Casi me desmayo al ver la primera página: España. Una bandera de España estaba dibujada sujeta por los dibujos de mis cinco amigos. No podía creerlo. Esa chica era española o tenía algo que ver con España porque poseía un scrapbook español. Pasé las páginas lentamente y descubrí que lo habían hecho unas chicas cuyo Twitter era @Delegadas1DSP y @Bring1DtoSP y pusieron una lista de twitters. Algunos, bastantes de echo, me eran conocidos, como el de @PituBea, @abbylains, @Pau_Sweetie, @_FeelLikeALady y muchísimos otros… Era frustrante tener que ver esos twitters escritos ahí y no haber sido capaz de darle a los chicos una lista después de todos esos meses junto a ellos. ¿Por qué no se me ocurrió a mi hacer eso? Empecé a llorar por la frustración y no me di cuenta que Liam había entrado a la habitación hasta que me abrazó.

- ¿Qué tienes, amor? – Me preguntó. Yo me limité a negar con la cabeza entre sus brazos, porque no era capaz de articular palabra. Tenía un nudo en la garganta.

Nos pasamos así unos minutos hasta que alguien llamó a la puerta y Liam me soltó para abrir. Luke entró en la habitación con un carro de comida que dejó justo delante de la cama. Se marchó despidiéndose de Liam con un apretón de manos amistoso y ambos se sonrieron. Liam cerró la puerta y me trajo un bol de fresas con chocolate y una rosa.

- ¿Y esto? – Fue lo único que fui capaz de preguntar.
- Un regalo. Luke me ha ayudado.
- ¿De esto habías hablado con él allí fuera?
- Sí. – Sonrió un poco avergonzado. – Pensé que te gustaría.
- Me encanta. – Cogí una fresa y me la metí en la boca hasta la mitad. Liam lo tomó como un juego y se comió la mitad que sobresalía de mi boca, haciendo que nuestros labios se rozaran.

Estuvimos compartiendo fresas sentados en el suelo hasta que sólo quedó una y Liam la cogió del bol.

- Te la regalo si me cuentas por qué llorabas antes… - Me tentó con la fresa poniéndomela delante y sonriendo maliciosamente, como si supiera que había ganado.
- Lloraba porque cuando he bajado al bar, he encontrado a una chica durmiendo en las escaleras y le he quitado las cartas que tenía para vosotros. – Me levanté del suelo y recogí aquellas cartas y el scrapbook que me había hecho llorar. – Las cartas os las dejo para vosotros, pero el scrapbook lo abrí y es de España. Eso fue…
- Lo que te hizo llorar. – Me interrumpió Liam. – Echas de menos España. – Liam bajó la mirada y parecía triste.
- No, no echo de menos España, o igual sí, pero al menos no es por eso por lo que lloro.
- ¿Entonces por qué? – Liam me miró esperando una respuesta.
- Pues, no se cómo explicarlo… Es que me he sentido inútil… Porque yo podía haber hecho esta lista de Twitters – Abrí la página dónde estaban todos esos Twitters que reconocía. – para dárosla a vosotros, que es lo que esa chica pretendía…
- Pero no eres inútil. Mira lo que has hecho. Te has asegurado que esas cartas lleguen a nosotros, antes de saber que eran de España.
- Sí, pero…
 Pero nada. – Liam se acercó arrastrándose por el suelo a mi y puso su cabeza en mis piernas de forma que me miraba completamente tumbado. – Ahora bien, ¿Me ayudas a leer esas cartas?
- ¿No leéis cada uno las vuestras?
- Sí, claro, pero quiero que me ayudes con las mías.
- Pues… Sí, claro. – Cogí las cartas que había dejado en el suelo a mi lado y empecé a separar las que eran para Liam y las que eran para los demás hasta que vi algo que me paró el corazón.
- ¿Qué te pasa? Te has quedado rígida… - Liam estaba abriendo una carta cuando yo estaba a punto de morir. Sólo pude hacer una cosa para responderle: le di la vuelta a la carta para que pudiera ver lo que ponía.
Así que ese es el problema… Que esa carta va dirigida a Azahara Payne… No conocemos a nadie que se llame así AÚN ¿verdad? – Miré a Liam con la boca abierta todavía, pero noté el tono que puso en ese aún y la sonrisa pícara que tenía en su dulce cara, por lo que le di con las cartas en la frente antes de lanzarnos los dos a reír.